Los apellidos vikingos tenían un significado curioso y especial y te sorprenderá saber que en ellos encuentran sus orígenes los actuales apellidos de países como Dinamarca, Noruega, Suecia e Islandia. Si te apasiona la cultura vikinga, seguramente te interesará saber de dónde tomaban sus apellidos.
Todo sobre los apellidos vikingos
Curiosamente, en la sociedad vikinga, las mujeres tenían un rol muy importante. Podían exigir el divorcio, igual que los hombres, así como participar en las incursiones. Incluso, eran ellas las que se encargaban de gestionar las granjas cuando sus maridos no estaban. Pese a todos los derechos de las mujeres, la sociedad vikinga tenía un carácter patriarcal. Es por eso que los apellidos vikingos se generaban a partir de un patronímico.
Es decir, se tomaba el nombre del padre y se añadía un sufijo genitivo. El sufijo era “son”, para los varones (sen, en danés) y “dóttir” para las mujeres. Si ponemos como ejemplo al mítico Thorvald Eriksson, descubrimos que su nombre significa “Thorvald, hijo de Erik”. Y en el caso de las mujeres, Gunnhild Gormsdóttir sería “Gunnhild, hija de Gorm”.
Con el tiempo, el sistema para formar apellidos se modificó. En países como Dinamarca, Suecia y Noruega, se adoptaron las costumbres occidentales, similares a los países de habla castellana. Sin embargo, Islandia sigue conservando el patronímico de la época vikinga.
El matronímico en los apellidos vikingos
Aunque el patronímico era lo más habitual a la hora de formar los antiguos apellidos vikingos, algunas personas se decantaron por el uso del matronímico. El matronímico significa que se podía elegir llevar un apellido que dijera que se era hijo de cierta mujer. Según la historia, solo 34 mujeres tuvieron hijos que optaran por llevar el nombre de éstas. Se dice que estas mujeres vivían en el norte y oeste de Islandia.
Algunos de los nombres usados como matronímicos son:
- Dalla.
- Droplaug.
- Fjorleif.
- Guðrun.
- Herdís.
- Iarngerð.
- Mardoll.
- Tórfa.
Como curiosidad te contamos que hoy en día los islandeses pueden decantarse por utilizar el matronímico o apellido de sus madres, pero se trata de algo poco habitual. La gran mayoría prefiere seguir utilizando el patronímico de familia.
Los apodos y los apellidos vikingos
En muchas civilizaciones los apodos dieron paso a los apellidos y los vikingos no son la excepción. Algunos apellidos vikingos derivaban del oficio, el lugar de origen, el temperamento, los rasgos físicos y hasta los hábitos.
En el caso de los héroes vikingos, es decir, los más célebres, estos querían dejar reflejadas sus hazañas. Para ello hacían ceremonias especiales a través de las que se les concedía un apodo glorioso. De estos apodos derivaron algunos apellidos vikingos, con el correr de los años. Algunos de los héroes vikingos más destacados fueron:
- Leif Erikson, apodado “El Afortunado” (Leif heppni), fue el hijo de Erik el rojo y fundó en América la colonia de Vinland.
- Harald “Cabellera Hermosa” (Haraldr Hárfagri) logró unificar Noruega y se convirtió en el primer rey del país. El mote lo recibió porque, según la leyenda, le juró a una mujer que nunca se cortaría el pelo hasta conquistar Noruega, una hazaña que le llevó 10 años.
- Erik “Hacha Sangrienta” (Eiríkr blóðøx) fue el segundo rey de Noruega y mató a muchos de sus hermanos. De ahí el apodo con el que lo conocían todos.
- Ragnar Lodbrok, en castellano: “Calzones Peludos”, fue uno de los héroes vikingos más famosos que participó en el sitio de París y llevó a cabo numerosas incursiones ofensivas en Inglaterra.