Cuando hablamos de los vikingos, solemos pensar en los guerreros tan temidos y sus dioses como Thor y Odín, sin embargo, se deja de lado a las figuras femeninas. Hoy queremos hablarte de las mujeres en la sociedad vikinga. ¿Qué papel desempeñaban? Te adelantamos que tenían un rol fundamental, no eran simples figuras pasivas, sino que tenían derechos y obligaciones. Esto las colocaba en un lugar destacado dentro de su comunidad.
Las mujeres en la sociedad vikinga: Roles y derechos
Cuando hablamos de figuras femeninas y mitología vikinga, es normal pensar en Freya o en las valquirias, pero vamos un paso más allá y pensemos en las mujeres de carne y hueso. ¿Qué papel desempeñaban estas en la sociedad vikinga? ¿Tenían un rol delimitado? ¿Se dedicaban, como en otras culturas, al cuidado de los hijos? Lo primero que debes saber es que las mujeres en la sociedad vikinga disfrutaban de una serie de derechos que las distinguían de muchas otras sociedades de su época.
Las mujeres en la sociedad vikinga, para empezar, tenían la capacidad de tener propiedades, solicitar el divorcio y gestionar negocios familiares. Si las comparamos con las sociedades europeas de su época, encontramos que estas libertades eran inusuales en la Europa medieval, donde las mujeres a menudo estaban relegadas a papeles secundarios. No perdamos de vista, por ejemplo, que, durante la Edad Media, a las mujeres las perseguían por brujería, se les destinaba al matrimonio, el hogar y el cuidado de los hijos.
Sin embargo, las mujeres en la sociedad vikinga tenían un papel distinto. Por un lado, sí que eran responsables de la gestión del hogar, pero esta era una tarea que iba más allá de las labores domésticas. Administraban las finanzas del hogar, dirigían las labores agrícolas cuando los hombres estaban ausentes y marchaban a la guerra o al mar. En algunos casos, incluso, las mujeres eran las encargadas de liderar sus comunidades.
La mujer vikinga: Una guardiana del hogar
Al hogar vikingo tradicional se le llamaba “hus” y era el centro de la vida social y economía de este pueblo. Las mujeres, como ya adelantamos, eran las guardianas del hus. Eran figuras clave para aportar estabilidad y dotar de prosperidad a la familia. Dentro de sus tareas encontramos que no solo se dedicaban a las labores domésticas tradicionales, como la cocina y el tejido; también eran las encargadas de criar y educar a los hijos.
El papel de guardianas no era menor, en comparación con las sociedades medievales. ¿Por qué? Porque les aseguraba la continuidad de las tradiciones y el bienestar de la comunidad. Básicamente, la mujer vikinga, a través de su rol en el hogar, tenía una influencia en la vida diaria y en la cultura de su pueblo.
Las mujeres vikingas y la guerra
Aunque los vikingos son conocidos por sus incursiones y batallas, mucho se ha debatido sobre el papel de las mujeres en la guerra. Existen relatos, evidencias y restos arqueológicos que apuntan a que había mujeres vikingas que marchaban a la guerra y participaban en esta; tenían labor de escuderas. Aunque no representaban la norma, se cree que podrían haber luchado junto a los hombres en algunas batallas. Además, también se dedicaban a la defensa de sus tierras y familia cuando los hombres iban a la guerra o se hacían a la mar.
La existencia de estas guerreras, aunque es bastante limitada y poco común, refleja la flexibilidad de roles en la sociedad vikinga, donde las mujeres podían tomar las armas si las circunstancias lo requerían. ¿Lo mejor? Que sabían defenderse y utilizarlas. Se dice que muchos hombres instruían a sus mujeres en el uso de estas armas rudimentarias para que pudieran defender el hogar.
El legado de las mujeres vikingas
El impacto de las mujeres en la sociedad vikinga no se limitaba a su época. Las mujeres vikingas, al igual que el resto de los miembros de este pueblo, lograron consolidar un legado que ha perdurado a lo largo de la historia. Este legado ha servido de inspiración a historiadores y creadores contemporáneos. Cabe destacar que las mujeres vikingas, hoy en día, simbolizan la fuerza, la independencia y la resiliencia. Todo esto ha servido para desafiar las percepciones tradicionales sobre los roles de género en las distintas culturas de la época medieval e inmediatamente anterior a esta.
Por otra parte, la influencia de las mujeres en la sociedad vikinga también puede verse plasmada en la legislación y las costumbres de los pueblos escandinavos de épocas posteriores. En estos casos, las mujeres seguían disfrutando de derechos relativamente avanzados, si se les compara con los de otros pueblos del resto de Europa.