La imagen de los vikingos como feroces guerreros que bebían del cráneo de sus enemigos ha perdurado a lo largo de los siglos, alimentada por leyendas, literatura, películas y series. Sin embargo, esta representación está muy lejos de la realidad histórica. De entrada, te decimos que no, los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos. ¿Y de dónde surge el mito? ¿Por qué existe esta creencia? ¡Sigue leyendo nuestro artículo!
Los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos: El origen del mito
El mito de que los vikingos bebían del cráneo de sus enemigos podría haber surgido de malas interpretaciones y exageraciones literarias. Y es que una de las fuentes más influyentes de este mito es la traducción incorrecta de un poema. La palabra “súrkr”, que significa “cráneo” en nórdico antiguo, fue malinterpretada como “cráneo humano”, cuando en realidad se hacía referencia a una copa o cuerno para beber. Ya sabemos que los vikingos solían beber no solo en copas, sino también en cuernos de animales.
Por otra parte, la literatura medieval europea, especialmente famosas las sagas islandesas, contribuyó a la perpetuación de esta imagen de los vikingos. Estas obras fueron escritas siglos después del apogeo de la era vikinga y, a menudo, combinaban hechos históricos con ficción. Esto sirvió para crear una narrativa más sensacionalista y atractiva para los lectores de la época. Está claro que esta literatura atrapó a los lectores de la época y esto se prolongó con los siglos, por eso, hoy en día, esta cultura sigue despertando fascinación. Pero, como ya adelantamos, los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos. ¡Todo es una leyenda!
La verdad sobre la cultura vikinga
Lejos de ser bárbaros sedientos de sangre, los vikingos eran una sociedad compleja con una cultura muy rica. Eran hábiles navegantes, comerciantes, artesanos y exploradores. Su influencia se extendió desde Escandinavia hasta lugares tan lejanos como América del Norte, Europa del Este y el Mediterráneo. ¡Incluso llegaron a Groenlandia!
Los rituales y las bebidas
No, los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos y es importante esclarecer cómo eran sus rituales y todo lo relativo a la bebida. Te contamos que los vikingos preferían beber hidromiel, una bebida alcohólica hecha de miel fermentada, así como cerveza y vino. En cuanto al consumo, estas bebidas solían correr como la espuma en los grandes banquetes y celebraciones. En estas celebraciones se utilizaban los cuernos de animales como recipientes, no cráneos humanos, como se cree. Es importante destacar que los cuernos de beber eran símbolos de estatus y, por eso, se decoraban con grabados intrincados y con motivos de guerra.
El código de honor de los vikingos
Sabemos que los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos porque tenían un estricto código de honor. Precisamente, las sagas y los poemas antiguos describen un sistema de valores que se basaban en la lealtad, el coraje y la hospitalidad. Las leyes y normas sociales eran muy importantes para los vikingos, y los actos de barbarie gratuita eran raros y no eran bien vistos dentro de la comunidad. Por eso, la idea de que bebiesen del cráneo de sus enemigos es errónea y se aleja, por completo, de sus leyes y normas.
Los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos: La evidencia histórica
Seguimos desmontando el mito de que los vikingos no bebían del cráneo de sus enemigos por la evidencia histórica. La arqueología ha arrojado luz sobre muchas de las prácticas reales de los vikingos. Los descubrimientos en los asentamientos y las tumbas, así como los hallazgos de tesoros, han demostrado que los vikingos tenían un profundo respeto por los muertos. Los vikingos practicaban importantes rituales funerarios dentro de los que destacan los entierros en barcos y ofrendas de bienes personales. En este sentido, te contamos que no existe evidencia arqueológica que sustente la idea de que bebían del cráneo de sus enemigos.
La influencia de la cultura moderna
El mito de los vikingos como brutales guerreros ha sido perpetuado, en gran medida, por la cultura popular. Si el mito surgió durante la Edad Media, este no se detuvo, sino que fue creciendo y acentuándose con el tiempo. La literatura jugó un papel crucial, pero, con los años, las películas y series de televisión no hicieron más que acrecentar esta idea. En los medios audiovisuales, a los vikingos se les representa de forma sensacionalista, cosa que ha servido para perpetuar el estereotipo y generar confusión.