Cuando se trata de vikingos, tenemos que hablar de mitología nórdica. Pero los mitos y leyendas no se limitan a los dioses y sus hazañas, sino que también incluyen a otras creaturas fantásticas como Fenrir, un lobo de dimensiones colosales a quienes los vikingos consideraban una bestia. ¿Quién era Fenrir? ¿Qué simbolizaba?
El origen de Fenrir, el lobo vikingo
Según la mitología, Fenrir es un lobo de gran tamaño, hijo de Loki y la giganta Angrboða. Además, sus hermanos son la serpiente del mundo Jörmungandr y la diosa Hela. De acuerdo con los mitos, el lobo y la serpiente fueron profetizados con una misión: traer el fin del mundo o Ragnarok. Entre los hermanos, la serpiente sería la encargada de iniciar el apocalipsis y luchar contra Thor, pero la misión más difícil era la de Fenrir. El lobo sería el responsable de matar a Odín.
Fenrir toma su nombre del nórdico antiguo que significa “habitante de un pantano”, sin embargo, no es el único nombre con el que se le conoce. También se le asocia a Fenrisulfr (lobo de Fenrir), Hróðvitnir (lobo de la fama) y Vánagandr (monstruo del río). En cualquier caso, queda claro que Fenrir es un lobo monstruoso.
Las historias sobre el lobo las conocemos gracias a los mitos y leyendas de los siglos XIII y XIV recogidos en la Prosa Edda de Snorri Sturluson. Algunas historias cuentan que Fenrir era el padre de los lobos Sköll y Hati, pero todas concuerdan en lo mismo: Fenrir sería el encargado de matar a Odín durante el Ragnarok. Sin embargo, la vida del lobo acabaría a manos del propio hijo de Odín: Víðarr. ¿Pero por qué Fenrir iba a matar a Odín?
Las profecías autocumplidas: Fenrir y el Ragnarok
El papel del hijo de Loki en el Ragnarok fue, en realidad, una profecía autocumplida, como la mayoría de las predicciones nórdicas. Sucede que los dioses conocían el mito del Ragnarok y sabían el papel que iba a desempeñar Fenrir en la catástrofe, antes de que el lobo naciera. Cuando los hijos de Loki nacieron, los dioses tomaron cartas en el asunto para intentar, a toda costa, evitar el apocalipsis.
Fue así como Jörgmungandr, la serpiente, fue arrojado al océano que rodea el Midgard; mientras que a Hela la llevaron a Niflheim donde se convertiría en la diosa del inframundo. ¿Qué ocurrió con Fenrir? Conforme iba creciendo, los dioses se dieron cuenta de que se trataba de una gran amenaza, así que decidieron traicionarlo. Los poderosos dioses de Asgard forjaron unas cadenas para contener a Fenrir, pero sin que el lobo supiera sus intenciones.
Pese a su aspecto de imponente bestia, al lobo le gustaba jugar y los dioses los retaron. El “juego” consistía en que él mismo se liberara de las cadenas construidas por los dioses y Fenrir aceptó. Los asgardianos ataron al lobo, pero con su fuerza, este logró liberarse. Después se hicieron otras cadenas aún más resistentes y cuando parecía que ya lo tenían bajo control, el lobo logró deshacerse, dando muestra de su fuerza ilimitada.
Odín, temiendo por su vida, mandó a los elfos a forjar unas cadenas. Según el dios, solo los enanos podrían construir unas ataduras suficientemente poderosas para contener al temido Fenrir. Los elfos construyeron Leydig, una atadura que Fenrir rompió sin mucho esfuerzo. Después, diseñaron Dromi, que Fenrir consiguió quitarse.
¿Y por qué se dejaría atar el lobo? Porque los dioses le prometieron fama y fortuna si conseguía romper cada atadura que le pusieran. Desesperados, los dioses encargaron una tercera cadena a la que se le conoció como Gleipnir y que, de hecho, es uno de los nudos o lazos nórdicos más famosos. Este lazo estaba fabricado con raíces de montaña, saliva de pájaro, barbas de mujer, el sonido de las pisadas de un gato y los nervios de un oso.
Los dioses traicionan al lobo
El poderoso lobo se dio cuenta de que los dioses estaban tramando algo. Además, se percató de que Gleipnir era una cadena muy especial. Temiendo por lo que pudiera pasar, Fenrir ofreció a los dioses un pacto. Se dejaría atar, a cambio de que alguno de los dioses colocara su mano en las fauces del animal, como muestra de buena voluntad. Tyr, el único dios que era amigo del lobo, se ofreció voluntario.
Tyr introdujo la mano en las fauces de Fenrir, mientras este se dejaba atar por los dioses. Sin embargo, el lobo no tuvo la fuerza suficiente para liberarse y comprobó la traición no solo de los dioses, sino de su único amigo. Herido, Fenrir cerró la mandíbula de golpe y arrancó de tajo la mano de Tyr que, por cierto, aguantó el dolor. La gesta de Tyr fue considerada como heróica, mientras Fenrir terminó atado a una piedra.
Como es lógico, el lobo intentó liberarse, sin éxito y juró que cuando el Ragnarok iniciara, buscaría enfrentarse a Odín para matarle. ¡Profecía autocumplida!
El destino del lobo sería vivir encadenado hasta el momento del Ragnarok. Sus hijos devorarían al sol y la luna, respectivamente, cosa que haría que las montañas cayeran. Esta serie de eventos, que también serían iniciados por Jörgmungandr, harían que las montañas cayeran y Fenrir quedaría libre para luchar con Odín y matarle.
A Fenrir se le suele asociar con la justicia, la fuerza y el destino. Si quieres que el poder de este mítico lobo de acompañe, no dejes de comprar el colgante de Fenrir en nuestra tienda.