Actualmente a muchas personas les gusta celebrar su boda como si el propio Odín la tuviera que oficiar. Y es que la mitología vikinga en una celebración como esa puede desempeñar un papel espectacular. Esto hace que las bodas vikingas, ambientadas en estos guerreros escandinavos sean cada vez algo más demandado. Pero desde Thorkel nos preguntamos, ¿Cómo eran verdaderamente las bodas de los vikingos? Ya que en realidad, distan bastante de lo que hoy en día es una celebración de una boda vikinga.
Las bodas de los vikingos en la antigüedad
Este tema es complejo de investigar, pues el principal apoyo a la hora de hacer una reconstrucción histórica es la arqueología. Con la cultura vikinga sucede que no hay apenas construcciones arqueológicas que den pistas, y no estén impregnadas de cultura y detalles cristianos.
Ya que la mayoría de la arquitectura antigua que se conoce data de después del cristianismo, hay que fiarse y elaborar diversas teorías a través de escritos, datos históricos e información que hay que interpretar. Pues es un tema algo difícil de separar de las bodas cristianas que conocemos hoy en día.
Por qué existían las bodas de los vikingos
Lo primero que hay que destacar, es que, ya no solo en la cultura nórdica, si no también en toda la cultura antigua en general, las bodas no eran una fiesta de celebración de amor. No era un día en el que te juntabas con la persona a la que querías y decidías hacer un banquete con todos tus amigos y familia para rendir culto al amor. Las bodas en la antigüedad se parecían más a los contratos que a cualquier otra cosa actual.
Y es que los matrimonios surgían por conveniencia. El acto de casarse se realizaba por intereses económicos, políticos o bélicos. De forma que era una manera de juntar familias, unir sus fortunas o reinados y desempeñar funciones diferentes a través de esta unión de las familias.
Las bodas previas a la cultura nórdica
Para entender las bodas de los vikingos, debemos remontarnos un poco más atrás para saber qué tipo de bodas tenían lugar. Existía por un lado el matrimonio germánico, o matrimonio por compra, donde prácticamente se realizaba un acuerdo comercial, con un precio y un pago, para realizar un casamiento. Los padres del novio o de la novia eran los que acordaban esta boda, que después se llevaba a cabo con todas sus consecuencias.
El otro tipo de matrimonio que existía, era el matrimonio por captura. Esto lo adoptaron los vikingos, para hacer esposas a las mujeres que deseaban, después de los saqueos que producían. Tras una revuelta vikinga podía producirse un matrimonio, donde el consentimiento de las mujeres no era necesario.
La fiesta de las bodas de los vikingos
Pero si hay algo que si que era admirable y envidiable, era la fiesta que daban para hacer real este contrato del que hablamos previamente. Esta fiesta tenía lugar, normalmente, en la casa de la novia, un año después de haber realizado los acuerdos económicos precisos.
En esta fiesta se servía una cerveza especial, junto con un banquete con música, danzas e invitados. Después de haber realizado una ceremonia donde se pedía a los dioses de la prosperidad, (Frey y Freya) que ese matrimonio fuera próspero en cuanto a lo económico y lo reproductivo. Finalizaban la fiesta del matrimonio vikingo si siete testigos estaban presentes cuando los recién casados se metían a la cama.
Aquí te dejamos nuestros anillos vikingos, por si tu también quieres celebrar una verdadera boda vikinga.